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8 En un pequeño pueblo italiano llamado Altamura, la gran potencia mundial de la alimentación, esa de los arcos dorados del triunfo que se hace pasar por “restaurante”, ha sufrido en sus carnes la derrota. Y es que, como en las historietas de Astérix el Galo, un pequeño negocio familiar montado con todos los ahorros de Luca Digesù, hijo y nieto de panaderos, usando una pócima mágica llamada Focaccia, ha vencido a la hamburguesa Yanki. Los universitarios y empresarios de la zona, a la hora de comer algo, preferían entrar en la pequeña tienda de ultramarinos y llevarse esta hogaza de pan y especias, con tomate y mozzarella, a introducirse en los 500 metros cuadrados de uno de los mayores símbolos del capitalismo sin escrúpulos. Tanto es así, que un día, este italiano de 37 años, llega por la mañana a su negocio y descubre que el gigante de al lado ha desaparecido. Como lo leen, el “payaso feliz” cerrando sus puertas.
¿Creen que aquí en España cabria la posibilidad de que algún local de esta compañía cerrara sus puertas por la competencia? Lo veo difícil, aunque desde este pequeño rincón vamos a intentar dar motivos para ello. Que tiemble el “Big Mac”…
ReCoRDaD: Mañana 5 de Junio es el Día Mundial Del Medio Ambiente.
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1 comentario:
Así me gusta, MargaWorld contra el mundo capitalista!!!!. Yo la verdad es que colaboro hundiendo a mcdonalds comiendo en "Hércules", que es más barato y una big mac a su lado sería como la pepita de sésamo que se le ha caido a la hamburguesa de aproximadamente 16 kilos, o la jabalina, a su lado, el chicken mac o como se llame es una ridiculez!!.
Seguro que cerca de allí no les da por abrir uno, jejeje.
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